LA PRIMER CUARTILLA Para instruirnos es la ciencia; para mejorarnos la moral; para deleitarnos el arte, donde hallan las fuerzas fatigadas alivio y el espêritu ennoblecido recompensa. Si la obra artêstica ilustra el entendimiento y depura la conciencia, tanto mejor; pero su misiïn es ser bella, y lo mismo puede realizarla inspirÞndose en la fe, descorazonada por la incredulidad, o herida por la duda. Tal creo, y sin embargo quise poner en estas humildes pÞginas algo que levantase el Þnimo, y moviera la conciencia contra injusticias y errores de que el arte puede ser, si no remedio, espejo, si no enseíanza, aviso. He aquê mi explicaciïn para unos, mi disculpa para con otros. Empezï El Liberal a publicar cuentos y me honrï pidiændome algunos. A ser periïdico exclusivamente artêstico y literario, hubiera yo trabajado para æl de otra suerte: mas imaginæ que en un diario polêtico, debêa escribir luchando, como soldado raso, contra las ideas casi vencidas de lo pasado y a favor de las esperanzas de lo por venir, no triunfantes todavêa
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